Los "haters" al poder: Ya no hay lugar para los tibios
Los políticamente correctos no son aplaudidos y los “estadistas” son una especie en extinción que no entienden el mundo en que vivimos. Así como Twitter permite sacar lo peor de uno en la red -manifestar el odio y la bronca-, también la política se “twitterizó” y se llenó de “haters”.
No sé cuándo empezó, pero de repente teníamos a Sarah Palin en Estados Unidos y a Marine Le Pen en Francia. A ellas se le sumaron los Trump, los Bolsonaro, los Boris Johnson e infinidad de dirigentes que vieron que la nueva tendencia pasaba por no callarse nada y decir a gritos lo políticamente incorrecto. Sin centrarnos en el temario ideológico de cada discurso, lo que los une es el fundamento y sobre todo los tonos de sus relatos.
